Poggi: “Los tres ejes son el trabajo, la seguridad y cómo recuperamos el tejido social roto, que es la familia rota”

-Daniel Miranda: ¿Lo heredó o fue modelando a lo largo de su vida esto de planificar todo, de ser organizado?

-Claudio Poggi: Creo que lo aprendí de mi padre, que era una persona muy ordenada. Cuando se proponía algo, lo hacía y yo me preguntaba cómo manejaba tan bien la agenda, cómo lograba cumplir con todos y hacía lo que tenía que hacer. El manejo del tiempo, fijarse los objetivos cortos y largos pero con tiempo para poder lograrlo. Manejar la agenda hace que uno pueda hacer todo lo que planifica. La planificación siempre fue una de mis fortalezas para reducir la improvisación, el “vamos viendo”. Después hay tiempo de diferir una acción, pero primero uno pone una fecha. Por ejemplo, si teníamos que entregar los certificados a de la beca al mérito, los directivos nos tenían que enviar las notas al finalizar el ciclo lectivo, no en marzo, así los chicos ya sabían cómo iba a ser su vida al año siguiente. Siempre trato de fijarme una fecha límite con anticipación, en la parte ejecutiva, es así en todo hecho de gobierno. No es lo mismo hacerlo mañana que hoy. No hay prueba y error, usás fondos públicos. Hay que priorizar.

– Desde el Gobierno lo critican, le tiran con munición gruesa y por lo general los políticos recogen el guante. En su caso tiene por norma no responder…

-No. Cuando hay una discusión de ideas sí me gusta confrontar soluciones para el ciudadano. Cuando es personal, hay un interés electoral. El 11 de junio se les termina todo, el poder, la impunidad. Después de ese día no van a poder decir lo que quieran. No gasto energía en eso, la energía es una sola y hay que usarla positivamente. Si te enojás, a nadie le interesa. La vecina está preocupada porque le robaron anoche, porque su hijo no consigue trabajo o le dieron un turno para dentro de ocho meses en el hospital ¿A quién le va a interesar una discusión de dirigentes? Ellos porque quieren acumular poder y yo porque quiero el bien común. Por eso trato de hablar de los temas que le interesan al ciudadano. Fíjate el lema Cambia San Luis, diferentes formas de pensar, pero todos unidos por la decisión de un cambio, de poner arriba al trabajo, la educación, la salud, la justicia, la seguridad.

-¿Qué cualidades debe tener un gobernante como persona y para ejercer la función?

-Como persona debe dar el ejemplo. Uno pregona una forma de actuar a la ciudadanía, entonces no puede dar el ejemplo contrario desde lo personal. Ser funcionario público es un honor y una responsabilidad. Desde la gestión es muy importante la cercanía. Si el gobernante está lejos, es cierto que tenés tus equipos, pero a veces los que te rodean filtran, te dicen que está todo bien, y en realidad está todo mal. No hay mejor manera que estar cerca, todo lo que se pueda. Cuando era gobernador un 30% del tiempo lo pasaba en mi oficina atendiendo lo protocolar, las audiencias, las reuniones de gabinete, controlando la gestión; y un 70% afuera, visitando escuelas, centros de salud, un club, viendo cómo avanzaba un plan de vivienda, cómo se involucraban los jóvenes en la política de apoyo a la cultura emprendedora. Estar cerca. Cuando visitaba una escuela la parte institucional duraba 15 minutos y después me quedaba una hora más escuchando a padres, docentes, chicos, directivos, lo que me permitía ratificar o rectificar las políticas. Hay que tener cercanía con el ciudadano, sobre todo en las localidades del interior. Yo recorro y el gobernador no pasó nunca en los últimos ocho años. Ni para una elección. Y la verdad, se ve una distancia tan grande que eso genera frustración, muchas localidades no se sienten incluidas.

– Los indicadores oficiales y privados indican que el Gobierno de Alberto Rodríguez Saá desaprobó en todo o casi todo: salud, educación, pobreza, desempleo… ¿Por qué ocurrió?

-Por una ausencia total de planificación, ejecución y escucha al ciudadano en las políticas públicas de San Luis. Nadie se preocupa por generar oportunidades de trabajo. No hay interlocutores en el gobierno en áreas productivas, de servicio, en el comercio. No dialogan. Hay inversores que quieren venir a San Luis, pidieron una audiencia y el ministro no los recibió o lo hizo tres horas más tarde viendo el celular. En lo demás no hay conducción, en la primera línea de Gobierno no hay gente idónea, en salud, educación, seguridad, medio ambiente, deporte. Cuando no hay conducción del gobernador, que trabaja poco, es como una bola sin manija. Todos hacen lo que quieren y lo que pueden, sin trabajo en equipo. En un gabinete de Gobierno, como en una empresa, hay que liderar la visión de futuro y promover el trabajo en equipo. Es como en la Selección, Scaloni eligió los mejores, no los amigos. Los amigos son para comer asados, no para ser ministros. En ocho años se fueron acumulando caídas en pendiente. Cuesta mucho en la parte pública dar un paso de progreso: esfuerzo, perseverancia, presupuesto, decisión política. Después, a la hora de caer, caes en dos minutos. La política deportiva, la de apoyo a los emprendedores, la de seguridad, la de educación, todas están funcionando mal. Estamos en decadencia y el corolario es ese número desgarrador que dice que el 62% de nuestros chicos hasta los 17 años habita en una vivienda con carencias. No comen bien, la mamá no cena para darle lo poquito al hijo, llegan con sueño a la escuela si es que van, se duermen hasta que no toman la copa de leche y recién ahí reaccionan un poquito. Esa es la tragedia social que estamos viviendo en San Luis y que nos va a dejar este gobierno. La vamos a reconstruir, por supuesto. Está la decisión política de poner el foco en cómo generamos oportunidades de trabajo en San Luis, cómo hacemos que crezca y pueda generar empleo, cómo luchamos contra la inseguridad. ¿Quién va a invertir con inseguridad? Están robando a las familias y a nuestras industrias, que se van a terminar yendo de San Luis. Sé que les roban maquinaria por las noches y nadie hace nada. Y cada fábrica son 100 puestos de trabajo o más. Hay dejadez, desidia, abandono, tenés el doble de funcionarios y todo funciona mal. No hay idoneidad, hay que mostrar con el ejemplo. Podés ser abogado y ministro de salud, pero tenés la visión política, te dejás ayudar por médicos, sos una esponja, lo aprendés y lo llevás adelante. Hay falta de idoneidad en la primera línea, hay un grupo de funcionarios que se dedica a hacer negocios personales con los fondos públicos. Están muy ocupados en eso. Otro grupo son los amigos, que se dedican a apretar, a matonear, a meter miedo. Se van a ir y van a tener que rendir cuentas, los dos grupos. El 11 de junio recuperamos la libertad en San Luis. Y hay un tercer grupo de buenos funcionarios, sin politiquerías, profesionales idóneos que ejercen políticas públicas para todos. Esos van a seguir siendo integrantes de nuestro gobierno.

-No se sumó al festival de promesas de los candidatos en campaña, sino que fue puntualmente y de forma moderada a los temas centrales de la etapa que vive hoy San Luis.

-Son tres ejes de gestión. Tenemos que transitar algo que no viví en 2011 y estoy aprendiendo: el abordaje de la pobreza. Cómo pasamos al tren del progreso, de la esperanza. Hay que abordar dos carriles, primero cómo recuperamos la esperanza, la expectativa de estar mejor, con el desarrollo del plan estratégico del sector privado para que crezca y genere oportunidades de trabajo. La modernidad, la industria de conocimiento, la energía eólica y solar, todo lo que el mundo desarrollado ya tiene lo debemos instalar en San Luis. Y tenemos que ver cómo atendemos a siete de cada diez chicos que no tienen para comer. Trataremos que no pierdan el tren del progreso. Si eso subsiste, no tienen futuro esos chicos, y tampoco la provincia. Van a ser los futuros médicos, periodistas, gobernantes. Los tres ejes son el trabajo, la seguridad y cómo recuperamos el tejido social roto, que es la familia rota. En materia de trabajo, tenemos el plan de desarrollo estratégico, hay que tomar la decisión política y desarrollar los proyectos. Agregarle valor a la actividad primaria, a la agricultura, nuestro maíz y nuestra soja no se debe ir a granel. Agregarle valor a nuestra carne, San Luis vende hacienda, pero no vende carne, que viene de hacienda engordada en San Luis pero faenada en Córdoba o Mendoza. Agregarle valor a la minería, que se va a granel, el granito, la laja, el mármol ónix. Agregarle valor al viento, al sol. Y hay 1.500 bienes y servicios que se compran fuera de San Luis. Segundo eje, la seguridad. Nadie va a invertir en una provincia insegura. Lo primero es reconocer la inseguridad, algo que el Gobierno no hace. No es una percepción, nos están robando y de manera cada vez más violenta porque hay droga. Y nadie hace nada por combatirla. La Policía está politizada, es partidaria y electoral. La escuela, el hospital, la justicia también deben separarse de la política partidaria. La conducción de la Policía está totalmente politizada. Los agentes de seguridad están ávidos de entrenamiento, de tecnología, hay que valorizarlos, respaldarlos, organizarlos. Tenemos los recursos humanos, hay que coordinar con los municipios, que tienen los barrios abandonados, sin luz, con espacios verdes altos. Hay que coordinar con las fuerzas federales, ¿cómo puede ser que Gendarmería no actúe en San Luis? Acordar con las policías de las provincias vecinas, no tenemos convenios. Entonces nos roban, nos matan, se escapan los presos, pasan hechos como el de Guadalupe, nadie vio nada, ni una cámara. Estamos en decadencia. Entonces trabajo, seguridad y reconstruir el tejido social con educación, salud cercana al vecino, sacar los chicos de la calle con deporte y cultura y una fuerte inversión en la primera infancia. Quizá tengamos que hacer un dique o una autopista menos, pero vamos a invertir en la primera infancia para terminar con las necesidades básicas insatisfechas. Si el arbolito no nace derecho, tiene problemas en la primaria, la secundaria. Vamos a hacer un programa de apoyo para la mamá, para que se controle, y cuando nazca su bebé y tenga que seguir trabajando o estudiando, que pueda llevar a su hijo a un jardín maternal a los 45 días. Vamos a llenar la provincia de jardines maternales. Y después vamos a universalizar la sala de tres años en jardín de infantes, algo que es obligatorio en todo el país y no existe en San Luis.

-Hasta no hace mucho los gobernantes tenían 100 días, ahora dicen que tienen 100 horas. Revisando los apuntes de su primera gestión, leía que en los primeros cien días de su mandato arrancó la ejecución del plan de viviendas ¿Es posible que ahora sean sólo 100 horas?

–Claro, porque hay una tragedia social. Tenemos que avanzar en los dos carriles, primero cómo atendés a estos siete de cada diez chicos, hay que hacer un fuerte trabajo en las escuelas para que las clases puedan empezar bien el año que viene y estar muy atentos a la situación social, porque los fines de año son muy difíciles. Y con la situación social que tiene San Luis, va a estar peor para fin de año. No veo al actual Gobierno trabajando para estar mejor en los próximos seis meses, ya que no hizo nada hasta ahora. Tendremos seis meses para controlar que el Gobierno no use mal los fondos públicos e ir definiendo las políticas desde el momento cero. No hay más crédito del ciudadano para ir viendo, tenés que tener claro qué hacer desde el primer día.

-¿La gente ya sabe a quién va a votar?      

-Claramente hay dos opciones. Los candidatos del gobierno, que reflejan la continuidad de esta decadencia; y el cambio que interpreta Cambia San Luis, donde también se presenta para gobernador Eduardo Mones Ruiz, padre. La mayoría de los sublemas me dieron el honor de ser su candidato. En estos días que faltan el Gobierno no dice ni dirá que se vota el 11 de junio, ni explica la Ley de Lemas. Apuesta a que haya poca participación electoral y a la confusión. Tenemos que apostar a la máxima participación electoral y a disipar dudas con la Ley de Lemas. Tenemos que decir que se vota el 11 de junio, que es la única elección provincial. Ellos llevan su gente a votar, que es minoría. La inmensa mayoría va a votar sola, nosotros no movilizamos, no usamos ese mecanismo salvo en algún caso puntual. Ellos usan fondos públicos para llevar sus votantes, el nuestro va a votar ese día porque desea un cambio. Pero tiene que saber que se vota, que es la única elección para autoridades provinciales, que hay que ir a votar. Me encuentro con mayores de 70, 80, 90 años que quieren votar por sus nietos, que están solos, con problemas físicos, pero quieren ir a votar por el futuro de esos chicos. Les pido a los jóvenes que los ayuden a ir, es importante, van a estar definiendo también su futuro. Y también hay un sector de la sociedad que está enojado con la clase política y yo los comprendo. Considera que cualquiera que gane no le va a cambiar la situación. Hicieron un esfuerzo, los robaron, a sus hijos les va mal, les dieron turno para octubre en un hospital para una cirugía de meniscos y no pueden caminar… están embroncados. Le dedico mucho tiempo a esos casos y les digo dos cosas: no somos todos iguales, yo no soy igual a Rodríguez Saá, tengo otra mirada, quiero que el ciudadano progrese, no tenerlo sometido. Y en segundo lugar le digo que si no vas a votar, siguen los mismos. Les hacemos el caldo gordo a los que nos complicaron la vida. Andá a votar, es muy importante el 11 de junio ir a votar, los mayores sin obligaciones, los jóvenes y los que tienen bronca, que reflexionen y vayan.

-¿Cómo está viviendo la campaña y cómo lo hace la familia?

-Bien, la familia siempre fue una represa de contención, mi esposa y mis hijos. Podrían decir que no me meta de vuelta, pero saben que lo hago con mucha pasión, que tengo vocación de servicio. Sé que ellos sufren algunos hechos puntuales, las críticas despiadadas, pero lo superan, lo entienden y vamos para adelante todos. En lo personal, con salud, ganas, motivación, entusiasmo. Nos van a dejar una tragedia social, pero estamos preparados. Lo estoy desde el 10 de diciembre de 2015, el día que dejé el gobierno y vi que discontinuaban todas las políticas públicas que yo había ejecutado. He capitalizado experiencia, me siento más maduro en el diseño, la ejecución y en poder escuchar. Hoy me dejo ayudar, empatizo con la gente y eso me va a ayudar mucho en la próxima etapa. Se viene una gran renovación de equipos de gobierno, gente joven y no tanto que ha adquirido la vocación de servicio, gente idónea, preparada, se viene una gran renovación en la provincia y los municipios.

Video: Víctor Albornoz – Edición: Juan Ledesma – Foto: Marcos Verdullo